COLORES Y EMOCIONES

Explorar con colores es más que arte, es descubrir el mundo desde los ojos de un niño. Cada trazo es una emoción, cada mezcla una historia que contar. En preprimaria, pintar es aprender jugando.

En el mundo mágico de la preprimaria, cada día es un arcoíris de emociones. Nuestros pequeños aún están aprendiendo a ponerle nombre a lo que sienten, y muchas veces una lágrima o una risa escandalosa es su única forma de expresarlo. Por eso, en mi aula, los colores no solo decoran: enseñan, acompañan y abrazan.

He descubierto que trabajar las emociones a través de los colores ayuda a los niños a identificarse y a conectar con los demás. Usamos una actividad llamada “El semáforo de las emociones”. Cada niño, al llegar, coloca su carita en el color que representa cómo se siente:

🔴 rojo si está enojado o triste,

🟡 amarillo si está confundido o cansado,

🟢 verde si se siente feliz y con energía.

Esto nos ha permitido crear un espacio donde los sentimientos se validan y se conversan. A veces, un simple “Veo que estás en rojo, ¿quieres contarme qué pasó?” abre puertas que ningún juego logra abrir.

También utilizamos cuentos, canciones y juegos de roles para seguir explorando lo que sentimos. Descubrimos que el azul puede ser tranquilidad, pero también tristeza, y que el naranja a veces es emoción, otras veces es nervios.

Porque en la preprimaria no solo trabajamos letras y números, también cultivamos valores, emociones y magia. Y si lo hacemos con cariño y color… el aprendizaje florece de verdad. 🌈✨